Por Ileana McCarthy
Todos los domingos, por hace más de dos años, nos reunimos en el Viandón un pequeño cafetín en la carretera hacia el Combate en Cabo Rojo. A la siete y media de la mañana ya se ven llegar los carros con las bicicletas de monte y sus dueños ataviados con todo el equipo requerido para estar protegido durante la travesía que mande el día: ropa deportiva, zapatos, casco, agua, gomas protegidas contra las ponchaduras, llenadores de gomas, parchos y otros.
El deporte de Mountain Bike no es nuevo, pero reciente es que ha tomado gran auge en Puerto Rico y aunque muchos grupos de ciclistas han estado formados preponderantemente por barones, muchas féminas también lo están probando y les está gustando sobre manera.
Entre los grupos de ciclistas, hay grupos para todos los gustos y niveles de dificultad. En muchas ocasiones se hacen bicicletadas que incluyen personas de todas las edades y géneros: padres, madres, hijos y familias completas. Generalmente estas rutas se mantienen a un nivel y duración accesible para todos poder participar. En muchos de estos grupos no tienes que adquirir una bicicleta costosa para poder formar parte de él.
No obstante, cuando el nivel de energía, salud, resistencia, fortaleza física y entusiasmo se combinan en las personas, el resultado puede ser el disfrute de una carrera de alta intensidad. Esta actividad de Mountain Bike a estos niveles de intensidad un poco más elevados, puede ser muy excitante y para muchas personas que pueden llevarla a cabo, una diversión extraordinaria y contagiosa.
La organización IMBA, por sus siglas en inglés (Internacional Mountain Bicycling Association), se ocupa de educar, promover y regular este deporte a nivel mundial, ya que la falta de información y conocimiento como en muchas otras actividades, a veces trae conflictos con las regulaciones locales. Para más información pueden entrar a la página de IMBA: www.imba.com y allí puedes leer más acerca de este gran deporte.
La bicicleta se considera un deporte amigo del ambiente, el paso de la goma sobre el terreno no lo destruye y si las personas que participan en él, son consideradas, no tiran basura y no interfieren con la naturaleza a su paso, no hay razón para pensar lo contrario.
Hay muchos grupos de Mountain Bike en Puerto Rico y muchos de estos grupos corren por parajes majestuosos, con unas vistas espectaculares que normalmente permanecen lejos de la vista de las personas que viajan en automóviles. Los ciclistas de Mountain Bike generalmente prefieren hacer sus rutas por caminos naturales, puesto que gran parte del reto es correr sobre terrenos en su estado natural, caminos en tierra, piedra y/o arena.
Muchas veces viajamos por servidumbres de pasos entre las fincas o caminos vecinales, que aún no han sido cubiertos por la brea. Subimos y bajamos cuestas que normalmente los automóviles no pueden transitar. Conocemos caminos, atajos y rutas que pocas personas pueden nombrar. En el área oeste de Puerto Rico nada más contamos con más de cien millas de caminos extraordinarios para los ciclistas que disfrutan de este gran deporte. Podemos llegar desde Cabo Rojo hasta Guánica por caminos naturales, ininterrumpidos, sin tener que pasar por carreteras y normalmente sin cruzarnos con un automóvil.
Y para aquellos que disfrutamos de este gran deporte, es la mejor manera de ejercitarnos, relajarnos y olvidar todas las presiones de la vida cotidiana que dan paso, no bien termina el fin de semana. Y esa es la felicidad para el ciclista de Mountain Bike.
Aquí en Cabo Rojo, tenemos el grupo de Mountain Bike los Piratas de Boquerón, el nombre por supuesto haciendo referencia a nuestro Pirata Cofresí que por esas costas navegó. El líder del grupo es el Dr. Jim Rivera. Jim, literalmente ha levantado el deporte aquí en el área y se ha esmerado en abrir camino por los montes para incrementar las veredas por donde corremos. Generalmente, se recuperan Caminos Reales olvidados, que se los ha tragado la maleza y han caído en des uso.
Este es el caso del Camino Real entre Cabo Rojo y la Parguera, por donde corrimos hoy y para aquellos que desconocen lo que son los Caminos Reales, son las veredas utilizadas en el tiempo de los españoles, cuando aún no existía la brea, ni el bitumul. Existen muchas servidumbres y veredas de aquellos tiempos, que aún se pueden utilizar para correr cuando se desyerban y se limpian.
Y en esa labor se ha desempeñado Jim durante los últimos dos años y con sus esfuerzos podemos disfrutar de rutas que habían sido olvidadas en el tiempo. Rutas que a pesar de ser tan hermosas, han desaparecido de los mapas y tal vez por esa misma razón, aún las podemos recorrer en su estado natural y rústico.
Nuestra ruta de este domingo constaba de aproximadamente 25 millas. Salimos cerca de las ocho de la mañana del Viandón, como de costumbre. Recorrimos el rústico camino de las Guanábanas, doblamos hacia el sector Samán y hacia los hermosos y recónditos canales de riego. Ya en dirección hacia Lajas, tomamos la Carr. 306, pasando por la Laguna Cartagena. Subimos por la empinada cuesta de la Roseta, de allí seguimos a la Carr. 303, hacia el sector el Fósforo que nos llevó a la Parguera. De vuelta, tomamos el Camino Real de la Parguera hacia la Pitahaya, llegamos a las Palmas y de allí, de vuelta al Viandón, donde terminamos la ruta hasta la próxima semana.
Para aquellas personas interesadas en este deporte, todas las semanas se emite una ruta diferente a seguir, que se envía por email a todas las personas adscritas. Las corridas son completamente gratis. Para más información, solo tienes que escribir solicitando formar parte de la lista de personas que reciben el email con la ruta a: jerrjim@hotmail.com o visitar la página del grupo los Piratas del Boquerón, accesible en los buscadores del Internet.
Para ver las fotos de las corridas: Piratas del Boquerón o Boqueron Bike and Hike Trails. Te invitamos a visitarlas y a acompañarnos en nuestra próxima aventura de Mountain Bike.
14 abril 2005
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