Muchas ciudades del mundo están gestionando diversos aspectos como la contaminación, la congestión, la seguridad viaria, la accesibilidad, la inclusión social y el crecimiento económico. La creciente urbanización y utilización del suelo está generando una demanda adicional de espacios públicos y oportunidades de recreo de calidad. Un énfasis renovado sobre la seguridad y los costes de tratar las epidemias emergentes de la obesidad y la inactividad física están forzando aún más los limitados recursos.
Las soluciones a todos estos retos son diversas y complejas. Esta Declaración reconoce una iniciativa política dirigida a dar respuesta a estos retos y que contribuye a muchas de las soluciones necesarias para mejorar la calidad de vida en las ciudades: aumentar el porcentaje de viajes hechos en bicicleta haciendo que las comunidades sean más favorables al uso de la bicicleta.
Declaramos que el uso de la bicicleta puede:
Mejorar el medio ambiente al reducir el impacto a los residentes de la contaminación y el ruido, limitando las emisiones que provocan el efecto invernadero, y mejorando la calidad de los espacios públicos.
Reducir la congestión eliminando los desplazamientos cortos (la mayoría de los realizados en las ciudades) en coche. Esto también hace que las ciudades sean más accesibles para el transporte público, los desplazamientos a pie, los viajes esenciales en coche, los servicios de emergencias, y la distribución de mercancías.
Salvar vidas al crear condiciones más seguras para los ciclistas y como consecuencia directa mejorar la seguridad de todos los usuarios de la vía. Numerosos estudios señalan que aumentar el número de ciclistas en la calle mejora la seguridad ciclista.
Aumentar oportunidades para los residentes de todas las edades para participar social y económicamente en la comunidad, sin importar los ingresos o las habilidades. Una mayor opción de modos de desplazamiento también aumenta la independencia, especialmente entre la gente de edad avanzada y los niños.
Apoyar la economía al crear una comunidad que se convierte en un destino atractivo para los nuevos residentes, los turistas y los negocios.
Aumentar las oportunidades recreativas, especialmente para los niños, y contribuir más positivamente en la calidad de vida de la comunidad.
Ahorrar fondos municipales al aumentar el uso eficiente del espacio público, reduciendo la necesidad de nueva infraestructura viaria muy costosa, evitando colisiones, mejorando la salud de la comunidad, y aumentando el uso del transporte público.
Mejorar la seguridad pública al aumentar el número de “ojos en la calle” y proporcionando más opciones para el movimiento en caso de emergencias, desastres naturales, y acontecimientos públicos multitudinarios.
Mejorar la salud y el bienestar de la población al promocionar la actividad física cotidiana.
Adaptado de Ciudad Ciclista
07 septiembre 2007
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