23 abril 2007

Designar como reserva natural al Corredor Ecológico del Noreste


Quiero expresar mi más sólido apoyo al proyecto de la Cámara 2105 para declarar y designar como reserva natural al Corredor Ecológico del Noreste que está localizado en la zona costanera de los municipios de Luquillo y Fajardo. Dicho proyecto fue aprobado por la Cámara de Representantes y ha pasado al Senado donde debe ir a vistas públicas para ser nuevamente evaluado antes de que llegue a manos del Gobernador para su aprobación final.

A pesar de la gran importancia que tiene para Puerto Rico la aprobación de este proyecto, el senador Jorge de Castro Font, presidente de la Comisión de Reglas y Calendario del Senado, ha declarado a los medios que el mismo no se verá en la presente sesión legislativa. Además, en relación a este proyecto y para mi sorpresa, dijo a la prensa que “Aquí atacan el cemento y se olvidan del progreso”.

No creo que el senador haya hecho estas declaraciones con mala intención, pero pienso que, si asignara fecha para exponer los puntos a favor y en contra del proyecto, podría aclarar todas las preguntas, dudas o inquietudes que pueda tener con respecto al mismo. Dichas vistas brindarán la oportunidad para mostrar modelos alternos de desarrollo ecoturístico que generarían empleos de forma permanente y que incrementarían el atractivo turístico de la región noreste de Puerto Rico, robusteciendo la demanda en los hoteles y paradores de la región en lugar de competir con los existentes.

Servirán también para destacar el potencial de esta área para el mejoramiento de la calidad de vida de la sociedad puertorriqueña, ya que la misma proveería espacios para caminatas, paseos en bicicleta, áreas de acampar, “snorkeling”, kayaks, “scuba” y “surfing”, entre otros. El atractivo se multiplica cuando se considera que este corredor es parte de un transecto de 13 millas de longitud que unifica todas las zonas de vida que se han identificado en Puerto Rico y que comprenden todas las que hay entre el bosque seco subtropical en el área del Faro de Fajardo hasta el bosque montano bajo lluvioso en la parte alta de la Sierra de Luquillo.

En las vistas se le explicaría cómo se creará un importante destino ecoturístico donde se pueda presenciar, de forma controlada, el anidaje de tortugas marinas y desarrollar la observación de aves, actividad que cuenta con más del doble de aficionados en los Estados Unidos que el deporte de golf.

Más aún, conocería sobre la creación de un sistema de veredas que discurrirían desde la Sierra de Luquillo hasta las Cabezas de San Juan en Fajardo, pasando por sectores de Palmer en Río Grande, el casco urbano de Luquillo y Las Croabas en Fajardo, lo que estimularía la actividad económica local. Este sistema de veredas, análoga a escala insular al Camino de Santiago en España o al “Appalachian Trail” en el este de Estados Unidos, podría servir de base para iniciar un sistema de veredas naturales a través de toda la Isla que ofrezca una experiencia de turismo ambiental y cultural sin precedente en Puerto Rico y el Caribe.

Para atender dicha demanda, en los lugares apropiados, sin que afecte el ambiente, podrían desarrollarse eco-hospederías accesibles a sectores mucho más amplios de la población.

La designación de este corredor como reserva natural cuenta con el aval del Departamento de Recursos Naturales, el Servicio Federal de Vida Silvestre, el Instituto Internacional de Dasonomía Tropical, la Compañía de Parques Nacionales y la Oficina de Gerencia y Presupuesto. El mismo es tan importante para Puerto Rico que el propio Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico, cumpliendo con su responsabilidad con la conservación del ambiente, se ha comprometido a aportar $10 millones para la adquisición de las tierras que todavía están en manos privadas. Y el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales ha mostrado gran interés en asignar fondos adicionales.

Los países avanzados se caracterizan por integrar, de manera armoniosa, el desarrollo económico con la conservación y preservación de sus recursos ambientales. Han aprendido que el verdadero progreso de las naciones ocurre no cuando se destruyen sus recursos naturales sino cuando se protegen los mismos. Comprenden que no puede haber una economía saludable en un ambiente enfermo y que la destrucción de la naturaleza no es mal necesario para el desarrollo económico. Saben que el verdadero progreso se logra trabando con la Naturaleza y no contra ella. Senador Jorge de Castro Font, le pido respetuosamente que asigne fecha para la vista pública del Corredor Ecológico del Noreste durante la presente sesión legislativa.

Información gracias a D. Cariño. Foto por Pedro Bonilla.

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